Berries, una cortina de humo en la tierra de colores

Por: Martín Israel Aguilar García, Guadalupe Monserrat Ramírez Lucía, Daniela Calderón Camacho.

Tierra fértil y boscosa, con un clima frío la mayor parte del año, ese suelo de colores, con tonos blancos, amarillos, rojos y cafés; lugar de los grandes pinos, encinos y oyamel. Declarado pueblo mágico desde 2002, destino turístico que por nombre lleva Tapalpa o “lugar en lo alto”, Jalisco, Mexico.

Ubicado en la región sur del estado, a 118 kilómetros aproximadamente de la Perla de Occidente, se encuentra esta cabecera municipal con una extensión territorial de 442. 15 km cuadrados. Según la Encuesta Intercensal del INEGI (2015), el municipio cuenta con 19, 506 habitantes y su principal fuente de ingresos está dedicada al sector primario.

Desde el 2007 Tapalpa ha sido el centro de atención para los productores de berry, fue precisamente en 2007 cuando apareció un primer registro de invernaderos.

Los frutos denominados berries -también llamadas frutas finas, frutillas o frutos del bosque- se caracterizan por su tamaño pequeño y por sus colores brillantes. Este grupo incluye a las fresas, arándanos, zarzamoras y moras azules (cada una con subvariedades).

Estos cultivos son de alta rentabilidad pues el precio en los mercados internacionales es alto en comparación con otros cultivos, lo que ha incentivado el incremento en la superficie de producción.

Pero este incremento ha generado diferentes problemáticas en los suelos de Tapalpa, problemas que van desde la ausencia de flora nativa (pinos, encinos y oyamel), cambio climático, la escasez de agua (cada vez más frecuente) así como el cambio en el uso del suelo.

En 2007 se registró la primera producción de berry, la Oficina Estatal para el Desarrollo Rural Sustentable de Jalisco (OEIDRUS), tiene el registro del incremento y la producción año con año hasta el 2015, cuando se llegó a una máxima producción de 9,240 toneladas.

, Berries, una cortina de humo en la tierra de colores — * Tabla 1: Producción de fresa en Tapalpa del 2001-2015 (basada en datos de OEIDRUS Jalisco, 2016)

En 2007, fue cuando en Tapalpa comenzaron a aparecer anuncios de reclutamiento, en los que se ofrecía:

*Buen ambiente de trabajo

*Sueldo competitivo

*Seguro

*Capacitación continua

*Oportunidad de crecimiento

Nadie se imaginó la evolución que tendría la industria agrícola techada, que pasó de no existir en el año 2005 a ocupar 902 hectáreas del territorio Tapalpense en el 2017, esto de acuerdo con una investigación publicada por la doctora de la Universidad de Guadalajara, Fátima Housni.

“El tema de la salud sigue siendo un tema importante; aquí cabe preguntarse qué tanto beneficia a la región y al Estado con los números que presumen de alta productividad en los berries, 95 por ciento se va a Estados Unidos para agregarles un valor, que no se le agrega en México y no se derrama en Jalisco, pero el costo ambiental quién lo va a pagar: lo están pagando ya los habitantes de la región, así que menudo favor están haciendo con este tipo de actividades tan intensas, por el manejo de agroquímicos que tienen; es algo muy cortoplacista y muy economicista, porque no está generando una derrama propiamente, son trabajos mal pagados que exponen la salud de las personas, y finalmente esas ganancias no se quedan en Jalisco ni en el país”, declaró en una entrevista para Milenio, Juan Guillermo Márquez Gutiérrez, Coordinador del Observatorio Ciudadano para la Gestión Integral del Agua en Jalisco.

Una problemática ambiental originada en la quema de tierras

Los incendios para el cambio de usos de suelo, se han registrado desde el 2008 hasta el 2018, un total de 278 incendios. Las principales causas son las actividades agropecuarias y fogatas de paseantes; al menos seis de los siniestros coinciden con zonas cercanas a donde actualmente hay plantíos de berry.

En 2017 se registraron 24 incendios en el municipio de Tapalpa, lo que representa un costo estimado para su combate de más de 200 mil pesos. Magdalena Ruiz Mejía, titular de SEMADET en el estado de Jalisco, declaró el 10 de abril en entrevista con NOTISISTEMA que en esta temporada de calor se registra la etapa más crítica en incendios y reiteró que la mayoría son provocados.

“Todos los incendios, el 98 por ciento de los incendios que nosotros tenemos en el estado son provocados de manera o incidental o por descuido. El problema es que nosotros tenemos casi un 30 por ciento de incendios que nos están generando por incidentalidad, provocados por personas que están generando cambios de uso de suelo”.

Agregó que en el polígono del Bosque de la Primavera y en Tapalpa se han registrado más incendios para provocar cambios en el uso del suelo.

Además, desde el 10 de mayo de 2016, hubo una reforma al párrafo tres del artículo 117 de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable que a la letra dice: “No se podrá otorgar autorización de cambio de uso del suelo en terreno incendiado sin que hayan pasado 20 años y que se acredite fehacientemente a la Secretaría que el ecosistema se ha regenerado totalmente, mediante los mecanismos que para tal efecto se establezcan en el reglamento correspondiente”, por lo que, de acuerdo con la legislación, después de un incendio el suelo debe ser vetado para una posible restauración, antes de aprobar el cambio de uso.

De infringir la Ley citada, la persona -o grupo de personas involucradas-, sería sancionada con la clausura del terreno, así como con una multa que va desde 150 a 30 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA=$80.60), esto es que así como pueden darle una infracción económica con el costo de tan solo 12 mil 90 pesos, pueden llegar a multarlo con dos millones 418 mil pesos.

A la par de estos incendios, han incrementado las zonas productoras de berries, como fresa, en la región de la sierra tapalpense. Según el oficio 26/2017 emitido por la oficina de Transparencia de la actual administración de este municipio y del que esta redacción tiene una copia, operan dos empresas con cinco invernaderos: Tabasco Berry Farms Producción Agrícola y Zafre Agropecuaria, según este mismo oficio, fueron aprobadas para operar en 2016 y 2017 respectivamente. Por su parte tanto la Secretaría del Trabajo y Previsión Social así como SAGARPA, declararon no tener registros de un padrón de empresas productoras de berries.

La misma dependencia municipal declaró que la anterior administración no dejó registro acerca de las empresas que operan en esta región, sin embargo, es de conocimiento público que las agroindustrias comenzaron a operar en la producción de berries desde el año 2007, así nos lo confirma “Juanita”-quien por protección prefirió permanecer en el anonimato-, mujer ejidataria que tiene contrato de renta con una empresa para la explotación de sus tierras.

En entrevista vía telefónica, Juanita comentó que el actual contrato que mantiene con la empresa agrícola es por diez años, mismo contrato que vencerá en 2019, por lo que la empresa actualmente busca renegociar para explotar ese terreno una década más.

“No hemos firmado nada, queremos saber cuánto valen nuestras tierras para que no nos hagan tarugos como la primera vez”, explicó.

Además agregó que por el actual contrato recibió en total 240 mil pesos; Juanita renta 3 hectáreas para la producción de fresa, y conforme a lo que declaró a esta redacción, recibe anualmente 8 mil pesos por cada hectárea que es explotada.

Un acuífero que se agota

Según el Estudio de Previsión Hidrológica del año “2014-2018”, Tapalpa tendría un cuerpo acuático en el subsuelo con la suficiente capacidad para no sufrir déficit de abastecimiento por varios años, sin embargo, en el documento “Situación de los recursos hídricos en Tapalpa”, presentado por la Bióloga Tania Román Guzmán en diciembre del 2017, “82.67% del agua superficial y 93.32% del agua subterránea es utilizada para la agricultura, lo que deriva en una nula disponibilidad del recurso”.

El Programa Hídrico Estatal de Jalisco 2014-2018, estima que la demanda de agua en el estado al año 2030 será de cuatro mil quinientos diecinueve hectómetros cúbicos, la cual se espera satisfacer con una oferta sustentable – accesible por capacidad instalada de 3 mil 506 hectómetros cúbicos, constituida por 2,332 hectómetros cúbicos de agua superficial, 1,173 hectómetros cúbicos de aguas subterráneas, por lo cual habría un faltante -brecha hídrica- de mil 13 hectómetros cúbicos; en otras palabra, el agua disponible no alcanzaría para cubrir la necesaria para las actividades de la población.

El 45 por ciento del valor de la brecha hídrica estimada al 2030, se concentrará en Costas de Michoacán (344 hectómetros cúbicos), siendo éste el valor más alto registrado entre las Unidades de Planeación en el Estado.

El propio programa hídrico indica que las principales causas para el desabastecimiento de agua son las inadecuadas prácticas agrícolas y pecuarias, el uso ineficiente del agua en los ámbitos público y urbano, el crecimiento demográfico, escaso manejo integral de las cuencas y a la existencia de extracciones clandestinas.

En consulta tanto a la Comisión Estatal del Agua de Jalisco (CEAJ), como al Sistema Integral de Aguas Tapalpa (SIAT) acerca de sus registros y permisos para perforación de pozos con el objetivo de extracción de agua, mediante el oficio CJ-UT/154/2018 la CEAJ hace constar que solamente ha realizado la perforación de un pozo profundo para agua potable en la cabecera municipal, sin tener conocimiento si el organismo operador del municipio o el propio gobierno municipal autorizó otras excavaciones; a su vez hasta la publicación de este reportaje, el SIAT no ha emitido respuesta.

El acuífero se agota, todos saben las razones, pero ¿quién actúa?

Referencias