, El capitalismo nos ha pegado en el sur de Jalisco: Marichuy

El capitalismo nos ha pegado en el sur de Jalisco: Marichuy

Los intereses de unos cuantos se han impuesto sobre la población del sur de Jalisco. Para muestra basta mirar los altos costos ambientales y los bajos beneficios económicos resultado de la expansión de las agroindustrias de aguacate y berries en la región, explicó María de Jesús Patricio Martínez, vocera del Concejo Indígena de Gobierno (CIG).

A decir de Patricio Martínez, la alteración del ciclo del agua a través del uso de cañones granífugos -conocidos coloquialmente como “anti-granizo”- les ha ocasionado pérdidas a los campesinos de la región, quienes terminan por rentar o vender sus tierras en las que cosechaban granos básicos como maíz o frijol.

“Hay muchos campesinos que dicen ‘¿para qué sembramos si no se va a dar?’ ¿Qué quiere decir eso? Que hay un despojo”, dijo en rueda de prensa.

Para Marichuy –como es conocida-, el que los campesinos cedan ante las presiones de los acaparadores de tierras representa la pérdida de la agricultura tradicional, la pérdida de un legado cultural. Además, señala que la sobre explotación de los mantos acuíferos de la región no tiene comparación con los bajos salarios que reciben los jornaleros de las nuevas agroindustrias, muchos de ellos ex-campesinos locales.

Suscríbete a nuestro boletín

* Requerido

“Todos estos invernaderos y aguacateras han venido a modificar tanto la lluvia como el agua, porque cada vez está más escasa. Están succionando el agua. Se están acabando los mantos acuíferos y esto va a venir a perjudicar a los habitantes”, argumentó.

Según estudios de disponibilidad de agua subterránea realizados por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el acuífero Ciudad Guzmán, que abastece a los municipios de Tuxpan, Tamazula, Zapotiltic y Zapotlán el Grande –Ciudad Guzmán- tiene un déficit de 20 millones 946 mil 823 metros cúbicos de agua. La CONAGUA estima que el 87% del agua que se extrae de dicho acuífero se utiliza en agricultura.

La vocera del CIG también denunció que a algunos ejidatarios de Tuxpan, municipio del que es originaria, fueron amenazados vía telefónica para rentar sus tierras a la agroindustria del aguacate por más de 20 años.

“A algunos ejidatarios se les presionó vía telefónica que si no rentaban sus tierras algo les iba a pasar a su familia, daban santo y seña de la familia. Era una forma de presionar para que la tierra o la prestaran, o la prestaran”, describió.

La única forma posible de hacer frente a las extorsiones, enfermedades, destrucción del bosque, alteración de la lluvia y sobre explotación del agua, dijo, es que la población se organice y detenga de facto estos proyectos.

“Si no logramos nosotros organizarnos y sacarlo, nadie más lo va a hacer porque nosotros decidimos que entrara y nosotros podemos decidir que se vaya, siempre y cuando estemos organizados”, sentenció.

Advirtió que la organización es un proceso lento, más aún para quienes creen que el próximo gobierno local, estatal o federal va a cambiar el estado de las cosas; pero dijo que si las comunidades logran organizarse y apoyarse unas a otras, serán capaces de sortear sus problemas.

“Nosotros tenemos que crear un proceso autonómico en cada lugar. Si es comunidad, si es barrio, si es ciudad, si es México. Tenemos que crear nosotros nuestra propia autonomía […] Es lo que hemos visto aquí en el sur de Jalisco, que –grupos- ya no le encuentran por donde, que están esperando que alguien les diga –cómo-, y lo que les hemos dicho es ‘ustedes lo tienen que buscar’. Qué mejor que ustedes que conocen su barrio, su comunidad, su colonia, tienen que diseñar una forma propia porque es al que ustedes tienen que llevar a cabo”.

Leer: Estar unidos, fruto del Concejo Indígena de Gobierno: UCAZS y Mezcala.

Un país saqueado

La vocera del CIG, quien en octubre emprendió una gira por las comunidades indígenas del centro, sur y sureste del país, denunció que en tres meses ha visto el saqueo de los recursos naturales; pueblos desplazados por megaproyectos y un panorama bélico en el que se cometen desapariciones, homicidios y feminicidios con plena impunidad.

Manifestó que le preocupa que, aún con el panorama antes descrito, persista la idea de que una sola persona va a solucionar los problemas de todo el país, la que calificó como falsa.

Dijo que las comunidades a las que ha visitado han sido las que la han invitado y ofrecido un taco; que ella no ha regalado despensas ni promesas y que lo único que ha llevado es la propuesta de trabajar para organizarse.

Insistió en que cada pueblo, de acuerdo a su cultura y circunstancias, y con ayuda de otros pueblos, debe comenzar a hacer frente a sus problemas sin esperar nada del gobierno.

Al preguntársele si aceptaría un cargo público o si cedería su apoyo a algún candidato presidencial, Marichuy lo descartó rotundamente.

“Nuestra propuesta principal es que surja una organización que dure más allá del 2018. Tiene que surgir una organización desde abajo si realmente queremos que haya un cambio, que ya no sigan habiendo feminicidios, que ya no sigan habiendo jóvenes desaparecidos, que ya no siga habiendo ese despojo, esa contaminación, esa tala de árboles que se da […] Lo que queremos es que las comunidades, como comunidad, se reconstituyan. Que vayan fortaleciendo su proceso de autonomía. ¿Qué quiere decir? Que más que llevar candidatos a presidentes, diputados, senadores, es cómo fortalecemos la organización propia es las comunidades […]

Este caminar es eso, una invitación a que nos organicemos desde abajo, nuestro proceso autonómico en cada lugar y en las comunidades hay mucho que fortalecer”, señaló.

Recabación de firmas, en segundo plano

Patricio Martínez, quien se desempeña como médico tradicional, admitió que la recabación de firmas para su participación como candidata independiente en las elecciones presidenciales que se realizarán en julio “va lenta”.

Insistió en que la aplicación del Instituto Nacional Electoral no ha funcionado de manera adecuada, además que las comunidades indígenas, sus principales simpatizantes, carecen de acceso a servicios de energía eléctrica, internet o un teléfono inteligente de gama media, apto para el registro de apoyos.

Dijo que aunque lleva 120 mil –el 13%- de las 866 mil firmas necesarias, durante las próximas seis semanas intentará llegar a la meta porque esa fue la decisión que tomó el Congreso Nacional Indígena que constituyó al CIG en mayo del 2017. Aunque aclaró que en su recorrido por el país se ha concentrado y concentrará en invitar a las comunidades a organizarse y formar lazos de resistencia contra el capitalismo.

El lunes 8 de enero la vocera del CIG comenzará un recorrido por los estados del norte del país en Sonora. Prevé ser acompañada de las concejalas y concejales de las comunidades yaqui, mayo y cucapá, entre otras.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad