Muchas veces la lejanía que demarcan los océanos se ve superada por humanos que encuentran su modus de vida en acciones que, a pesar de no estar cimentadas fuertemente en la cultura de su país original, toman la bravía decisión de empoderarse en el caudaloso ambiente de esa actividad.
El pasado histórico del boxeo depende sistemáticamente de los peleadores originarios de los antiguos pueblos griegos, romanos hasta los poco convencionales egipcios. Además, del respaldo asimétrico de las variantes que desprendieron los nuevos bríos del deporte en latitudes del Shaolin o boxeo chino, bajo la dinastía Ming (1368-1644), directamente relacionado a la cosmogonía del control en el qi o chi, la una energía interna que se atribuye a los seres vivos. Así mismo, el muay thai o boxeo tailandés en Siam, que se convirtió en deporte profesional en el siglo XVII y que a partir de ahí se extendería al Imperio Británico donde se le conocería hasta la actualidad como boxing o boxeo inglés, a la vez que en Marsella, marineros influenciados por el boxeo delsudeste asiático comenzaron a dar forma al savate o boxeo francés.
La pasión que exacerba los sentidos, todo por cuanto se lucha humanamente hasta desfallecer en cada uno de los rounds, técnica y precisión que adquieren el nombre y rostro de una persona que se atreve a deformar la historia con lomejor de sus golpes. Todo emanado desde el gimnasio o espacio que, a pesar de la precariedad, sabe dosificar las carencias y volverlas un plus en cada entrenamiento hasta crear una máquina descomunal de tirar blasones con ambos brazos, frente a la sombra que funge como rival deportivo.
La oleada de golpes que se desprende de las extremidades superiores ha originado una serie de nombres oficiales para determinar la naturaleza destructiva en que se clasifican; cross o en el mejor de los casos un directo o cruzado que corre en sentido diferente al reloj, el circular crochet que acerca la distancia y el insigne uppercut que coloquialmente se define como el gancho a los flancos del rival.
En el devenir de los tiempos, el boxeo ha encontrado en su historia particular los ideales formativos hasta adquirir un proceso evolutivo preñado de éxito. Desde los oponentes ingleses que sin ninguna protección buscaban la gloria a mano limpia hasta el 1867, en que se vería modificada la regla, lo cual determinó el profesionalismo en el deporte que heredaría en ese entonces los títulos peso ligero, peso mediano y peso pesado, que hasta la fecha mantienen la expectación y el acceso al programa olímpico en 1904. Además, se establecieron las siete categorías clásicas: peso pesado, peso medio pesado, peso wélter, peso ligero, peso pluma, peso gallo y peso mosca.
La herencia de los primeros pugilistas como James Figg, Jack Broughton, Jim Corbett han traspasado el tiempo y la distancia de los territorios conquistados por esta actividad que va más allá de lo convencional. Por lo que en países como Argentina, Uruguay, Panamá, Cuba, México, Puerto Rico, Filipinas, Sudáfrica y en España es un deporte adaptado plenamente a la sociedad.
Bajo el nombre de pugilismo o coloquialmente conocido como boxeo, un personaje nacido en Filipinas tuvo que llevar a cabo la travesía personal con la que llegaría a conseguir la trascendencia mundial. Pacman, o simplemente Many, ha puesto el último párrafo a su carrera profesional, misma que nacería en una pelea a 4 asaltos el 22 de enero de 1995. Obtuvo así la identificación inmediata en el considerado deporte de los puños.
Se han creado así mitos de hombres que han puesto en lo más alto el estandarte de su país, tomando como pasión y vehículo la gama de espacios que el boxeo por si solo se ha encargado de abrir. En el juego de técnica y estilo personal que cada uno desarrolla a lo largo de la carrera, siempre se enfocan en un sistema automático que lleva a la exitosa brecha del acarreo de títulos. Por lo que en el transcurso de los tiempos se recordará el legado que el tagalo Pacquiao obsequió al mundo en todos los combates que disputó.
Un ejercicio mental que siempre ha de llevar a los enfrentamientos del llamado “Campeón del Pueblo” a estar en el más selecto grupo de pugilistas de la historia, por el récord ostentado y por el fenómeno que en su momento desarrolló entorno a su figura, así como el sinfín de piruetas y ejercicios de un despliegue físico en el encordado de las cuatro esquinas.
Hasta siempre Manny Pacquiao…
