Un estudio alertó de riesgos por las grietas en la Primavera II y fue ignorado por las autoridades y la empresa. El permiso para que Roasa construyera el fraccionamiento estuvo plagado de irregularidades.
La Unidad Municipal de Protección Civil pidió un estudio científico a Roasa para liberar el dictamen de riesgos de La Primavera II. Tras la entrega de este estudio, la Unidad no acudió a confirmar los resultados y, pese a la advertencia, dio su visto bueno a Roasa.

Vía transparencia, el gobierno de Zapotlán el Grande entregó a El Suspicaz los documentos que lo acreditan.
En el dictamen de riesgos emitido el 5 de agosto de 2013 y firmado por Paúl César Zamora Ruiz, coordinador de Supervisión y Dictaminación Técnico de Protección Civil, aceptan que no acudieron a inspeccionar el lugar. Le dejaron esta responsabilidad a Roasa, por lo que la empresa se convirtió en juez y parte para detectar si existían grietas en la Primavera II.

En el documento, Protección Civil acepta que el Atlas de Peligro vigente en ese entonces, contemplaba que la falla geológica tenía impacto en la zona. Ante esto, pidió un estudio de “prospección geofísica mediante resistividad y magnetometría en predio La Primavera II”. Hasta entonces, el predio tenía fines agrícolas.

Este estudio lo realizó el doctor en Geofísica, Juan José Ramírez Ruiz y lo entregó a Protección Civil el 25 de julio de 2013.
“Al menos en los 80 m de profundidad no se aprecia la presencia de un sistema de fallas o fracturas que se encuentren en el área de estudio y que pudiera magnificarse con un nivel freático superficial que influya sobre los asentamientos desplantados en el área del predio La Primavera II”, rescató Protección Civil del estudio para integrarlo al dictamen.
Omisiones en el dictamen
Sin embargo, este párrafo es solo uno de tantos que aparecen en el estudio entregado y que consta de 19 páginas. El documento fue entregado a El Suspicaz vía transparencia.
Previo al segmento integrado en el dictamen, el geofísico alertó que las mediciones no alcanzaron más allá de los 80 metros de profundidad. Sin embargo, el nivel freático detectado sí va más allá de los 80 metros, por lo tanto, el sistema de fallamientos podría estar por debajo del nivel observado.
“El nivel freático medido en algunas perforaciones en zonas adyacentes muestran valores superiores a los 80 m de profundidad. Esto es importante ya que en la presencia de temblores asociados tanto a la subducción de fallas activas podría influir en las viviendas que podrían desplantarse en la región”, se puede leer en el documento.
Ante esto, la recomendación fue que si pensaban construir vivienda “tomen las medidas estructurales pertinentes para casos de sismicidad ya que la región puede ser influenciada por sismos producidos por el proceso de subducción que se presenta en la costa del Pacífico”.

Ignoraron recomendaciones sobre grietas en La Primavera II
La autoridad municipal y Roasa ignoraron las recomendaciones del científico sobre la posibilidad de grietas en La Primavera II. O al menos no hay evidencia de que las estructuras y los materiales con los que se construyeron las viviendas fueran los adecuados para reducir los riesgos ante sismos y fallas.
Ni en el dictamen de riesgos, ni tampoco en en el dictamen de trazos, usos y destinos o la licencia de obras públicas, hay indicaciones sobre acatar la recomendación del especialista. Al final solo entregaron autorización para la construcción de un conjunto habitacional de densidad alta unifamiliar.
Eso sí: en el dictamen de riesgos, pese a no acudir a supervisar el estudio o corroborar los resultados, Protección Civil municipal se quitó toda responsabilidad futura sobre omisiones o irregularidades en el proceso.
“Serán (Roasa y representantes legales) responsables de los vicios ocultos derivados de los estudios técnicos en comento, así como de las acciones u omisiones voluntarias o involuntarias que conlleven al no cumplimiento de los ordenamientos legales en la materia de urbanización y demás que se ajusten y que alteren con el origen o incremento de los riesgos en el predio a urbanizarse”.
Habitantes padecen las consecuencias
Durante 2013, el presidente municipal era José Luis Orozco Sánchez Aldana. Él, incluso, aprobó un descuento del 75 % a la licencia de urbanización a favor de Roasa. El argumento fue que ya había recibido este beneficio para la urbanización de San Felipe, San Felipe II, La Primavera y Paseos del Real.
Además, argumentó el entonces alcalde que Roasa “ha venido apoyando en cubrir las necesidades de vivienda en el municipio, edificando viviendas de calidad y contribuyendo al desarrollo de este municipio”. Por lo tanto, la inmobiliaria solo pagó 52 mil pesos por la licencia.
Ahora, decenas de familias esperan por su reubicación. Las casas representan alto riesgo pues presentan agrietamientos. Además, los sismos causados por la falla, se intensifican. El último tuvo lugar el jueves 10 de febrero de este año.
Las autoridades municipales actuales afirmaron que investigarán el tema, pero no hay evidencia de cómo van estas investigaciones.
Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.







