Por Agustín del Castillo | Letra Fría
Hay un problema grave con la agricultura convencional que se practica en en valle de Autlán, uno de los emporios del sector primario en Jalisco, primer productor del país.
Pero en realidad, es un problema nacional, y en buena parte, mundial, sostiene el investigador del Centro Universitario de la Costa Sur, Luis Manuel Martínez Rivera. Habla del uso indiscriminado de decenas de sustancias peligrosas para la vida, no solamente humana, en los paquetes tecnológicos que se aplican para la caña de azúcar, las legumbres y hasta cultivos tradicionales como el maíz o frijol.
“La visibilización viene de 2018 y 2019 con los casos de Ahuacapán y El Mentidero. Tras los primeros hallazgos, las madres pidieron que se ampliaran los análisis de los niños de preescolar y primaria a los de secundaria, y el resultado demuestra que hay un muy serio problema con el uso y abuso de agroquímicos; evidentemente, tuvo que ver el tema del glifosato, pero son muchas sustancias más, y aunque hemos tenido una muy buena recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, percibo que el proceso es muy lento y no se está abarcando todo”, señala el académico.
No es que se hubiera ignorado el problema antes. En el año 2015, una investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (Cucba), María Teresa Sandoval Madrigal, publicó un artículo, Contaminación por plaguicidas en acuíferos del Valle de Autlán, Jalisco, en el cual ya ponía el dedo en el renglón.
“Si bien los plaguicidas han generado beneficios en la producción de alimentos, también se les vincula con el deterioro ambiental y serias afecciones en la salud humana. Actualmente en México el uso de plaguicidas ha alcanzado las 60 mil toneladas anuales […] con el surgimiento de la agricultura a gran escala en el valle de Autlán, también dio hincapié a la llegada y utilización de plaguicidas sintéticos para el control de plagas agrícolas; hoy en día es difícil encontrar un agricultor que no use plaguicidas pretendiendo con ello reducir las poblaciones de insectos plaga responsables de daños y pérdidas económicas en sus cultivos. Sin embargo, a los pocos años se puso en duda la eficacia de estos productos, porque aparte de generar el fenómeno de resistencia en los insectos tratados, [hay] contaminación los recursos naturales y se presentan serios problemas de salud”, extracto del artículo Contaminación por plaguicidas en acuíferos del Valle de Autlán
“Desde que estas sustancias estuvieron al alcance del agricultor los plaguicidas se han considerado la herramienta más poderosa y efectiva para el control de plagas. Por lo que se ha generado una gran dependencia a estas sustancias, y paralelamente el deterioro ambiental”, añade.
Cambiar la lógica de producción
“Los agricultores del valle de Autlán se pueden clasificar en dos grandes grupos: aquellos con formación profesional y que siembran más de 10 hectáreas, y otros con escaso estudios y que cultivan desde media hasta las 10 hectáreas. Respecto al primer grupo se pudo conocer que recurren frecuentemente al uso de variedades resistentes o tolerantes aunque su precio sea mas elevado, se eligen estas semillas por que han obtenido buenos resultados, usan plaguicidas mas modernos y más costosos», señala la autora del artículo.
Lee el artículo completo en Letra Fría dando clic aquí
El Suspicaz es un diario digital independiente sostenido por jóvenes periodistas que buscan proporcionar la información de una manera clara y útil para el Sur de Jalisco.