El Jaguar, un felino resiliente que se aferra a las pocas selvas del Occidente de México

Los pasos de fauna son una de las medidas que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales exige a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para autorizar la construcción de carreteras en áreas naturales pero además de las omisiones y falta de voluntad política que impiden el correcto funcionamiento de esta infraestructura, en general éstos no responden al comportamiento natural de los grandes felinos:

“Normalmente se traza la carretera y después se ponen letreros o se ponen rejas, queriendo que los animales pasen por donde uno quiere pero no es así la verdad, los animales toman sus decisiones diarias y hay muchas especies que no pueden cruzar una carretera de doble sentido ni siquiera, entonces cruzar una carretera de 4 carriles con una división central es una misión suicida y por eso muchos mueren atropellados”, lamenta el científico.

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Los ganaderos, enemigo acérrimo del jaguar

A pesar de todo, el felino más grande del continente ha sabido sobreponerse a la amenaza que representa la pérdida y fragmentación de su hábitat pero el problema más grave, explica Víctor, es la cacería directa: “de eso sí, no se pueden recuperar”.

Los ganaderos tienen un problema directo con el jaguar por la depredación de ganado. “Se enojan cuando un jaguar se come un becerro por ejemplo, pero obviamente de esto no tiene la culpa el jaguar, el jaguar anda por sus montes y si ve un animal pues lo va a comer. El jaguar toma decisiones y para él, encontrar un becerro en medio de la selva es como si a nosotros nos pusieran una hamburguesa después de todo un día sin haber comido”.

Por eso es importante promover el seguro ganadero, el cual da una compensación económica cuando un jaguar, puma o coyote depredan a un bóvido.

Además, los ganaderos podrían estar aborreciendo al animal equivocado pues de acuerdo a los registros de Jaguares sin Protección, de 10 casos de depredación de ganado, alrededor de 7 podrían haber sido perpetrados por coyotes e incluso por perros ferales, un fenómeno que cada vez preocupa más a las diferentes organizaciones que trabajan para proteger la vida silvestre de la Costa y que está relacionado con la falta de cultura sobre tenencia responsable de mascotas.

“Esos perros que abandonamos y se hacen del monte, son los que ya están empezando a hacer jaurías y comerse al ganado”.

Para tramitar la compensación económica del Fondo de aseguramiento ganadero, los afectados deben tomarle fotografías al cadáver o alguna otra evidencia. Aunque la mayoría de las solicitudes proceden, muchos ganadores desconocen la existencia del seguro por lo que optan por envenenar o disparar a los felinos.

“Se les invita a mejorar las prácticas ganaderas o usar el fondo de aseguramiento, y en todo caso, si hay un animal que esté dándoles problemas, pueden contactarnos para hacer algunas maniobras que ahuyenten a los animales de los ranchos y podamos colaborar con la conservación todos”.