El presidente de Zapotlán el Grande, Alejandro Barragán, defendió el aumento al impuesto predial para los agroproductores de Ciudad Guzmán. Mencionó que en sus terrenos cuentan con riego tecnificado y construcciones por las que deben pagar.
Detalló que en el área de Catastro han tenido reuniones con más de 300 agroindustriales que tienen huertas de aguacate o invernaderos. Al explicarles las razones del aumento, pagaron sin problema.
El alcalde especificó que hubo actualización en la forma de clasificar los predios. Por definición, un predio rústico es aquel que no cuenta con servicios, se dedica a temas agrícolas, pero no industriales. Por lo que las huertas tecnificadas y los invernaderos ya no son agostaderos, cerriles, de temporal o improductivos, como los tenían registrados.
Coincidió en que, en efecto, el cobro no es justo, porque incluso es menor de lo que debería. Detalló que el gobierno municipal no encontró un predio rústico con un costo menor a 400 pesos por metro cuadrado para la inmobiliaria social. Mientras que las huertas e invernaderos altamente tecnificados y con construcciones en ellas, las valuó el gobierno para calcular el predial, en 50 pesos por metro cuadrado, un costo fuera del mercado.
Daño al ambiente
Aunado a esto, señaló que la agroindustria genera diversos problemas ambientales y sociales que deben ser sorteados con recursos públicos. Mismos que salen, en parte, del pago del impuesto predial.
“Nos ha costado como ciudad, a todos, la limpieza del impacto ecológico que ha tenido el cambio de la industria en nuestra cuenca. No ha sido gratis la limpieza de canales, arroyos y escurrimientos. Yo lo he planteado con los productores. Este es uno de los muchos impactos ecológicos que estamos pagando como sociedad por la industria”.
Alejandro Barragán
La organización Climate Rights International documentó cómo en los últimos 10 años todas las huertas aguacateras que envían producto a Estados Unidos, las de Zapotlán el Grande incluidas, son ilegales pues no tramitaron el cambio de uso de suelo. Es decir, sostiene que deforestaron el bosque para instalar los árboles de aguacate.
El presidente enumeró una serie de costos ambientales y sociales que tiene la agroindustria y que, aún con el aumento predial, no alcanza el dinero para resolverlos.
“Lo que no se vale es que nos hagamos los ciegos y sordos del impacto lateral que tiene esta industria en el medio ambiente, en la contaminación del agua, de los arroyos, la laguna y los impactos sociales, en el impacto de la plusvalía, en la vivienda, en la especulación de los suelos, alto incremento de la renta, todo tiene que ver con eso”.
Alejandro Barragán
Enlistó, además, una serie de casos específicos. Por ejemplo, un de ellos es el de un contribuyente que por los últimos 10 años pagaba tres mil pesos por una superficie de 100 hectáreas aproximadas, cuyo predio estaba registrado como agostadero. Dicho predio hoy deberá pagar más de 60 mil pesos ya que ahora es una propiedad que cuenta con riego tecnificado y construcciones temporales tipo túnel o invernadero, que le dan un valor considerablemente mayor al que estaba registrado en el catastro.
Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.
