El psicólogo penal Manuel Andrade, nos habla en entrevista acerca del papel psicológico dentro del sistema penitenciario en Zapotlán el Grande. Además nos comenta acerca de las carencias que se presentan en este reclusorio.
Como psicólogo al llegar el interno se le realiza un test de personalidad, para clasificación. La evaluación consiste en entrevista y valoración, se establece como llega, en qué condiciones está. Posteriormente integramos su expediente con historial de vida para darle seguimiento desde su ingreso hasta que sea liberado, ya sea compurgado o con algún beneficio que la ley le otorgue.
En este lapso el recluso debe asistir a actividades periódicas. Hay grupos de formación, en temas generales, acerca de drogas, sexualidad, etc., en lo que respecta al área de psicología, y obviamente la terapia individual, en la que por ley están obligados a asistir. Sin embargo, depende de cada uno, porque se puede obligar a nadie a cumplir con un proceso terapéutico y menos en las circunstancias en las que están, privados de su libertad. (Sic.)
Tienen actividades de recreación en otras áreas, fuera de la psicología. En lo educativo, tienen actividades escolares, se les hace una evaluación para saber en qué nivel están en la cuestión académica, así el departamento determina en qué grado ingresa. Además deben presentar su comprobante del último grado de estudios, ahí tienen la oportunidad de continuar con su educación y concluirla, dependiendo de cuanto sea su condena. Actualmente existe hasta el nivel bachillerato.
En lo recreativo también está el área de deportes que se encarga de activarlos, por ejemplo: las personas mayores tienen actividad de caminata y tachibol. El resto de reclusos tienen torneos de básquet, de vóley, de béisbol y de futbol. También existen talleres culturales: de pintura, de música y teatro.
Teóricamente están obligados a cumplir todas la áreas, laboral, psicología, deportiva y educativa. Pero hay sus excepciones hay personas a las que no les gusta la escuela, por lo que solo se dedican al deporte o a trabajar. La institución realmente no tiene suficientes profesores para abarcar a toda la población, igual en lo laboral existen muy pocas actividades, así que no todos trabajan por parte de la institución.
No existe la suficiente infraestructura para cubrir todas las necesidades. La institución no les provee a todos los uniformes o el calzado por ejemplo, la comida sí, esa nunca falta, pero existen otras situaciones. Entre ellos hacen otras actividades, por ejemplo se van a “hacer la talacha” dicen ellos (Sic.), hacen el aseo de otras celdas o se dedican a lavar ropa incluso, los reos que tienen dinero les pagan a otros por la limpieza, se convierte en ganancia extra para salir adelante.
Qué conlleva la privación de libertad
El simple hecho de perder la libertad es muy fuerte para ellos y lo consecuente, descuidar la familia, que crezcan sus hijos sin estar cerca, sin poderlos dirigir. Saber que el hijo anda mal, que la hija se va con el novio.
Generalmente la familia de ellos se desintegra, sobre todo cuando son sentencias largas, entonces es muy fuerte, pierden la libertad, la familia, el trabajo, los que trabajaban; porque no todo el que está en la cárcel anda de malandrín, pero al llegar ahí pierden trabajo, libertad, la familia o familias. Porque es también la familia primaria: papá, mamá, hermanos y posteriormente la esposa.
Al salir se topan con la interrogante “¿Qué voy a hacer? Ni trabajo, ni familia”; porque socialmente un ex presidiario no es bien visto ni recomendado para trabajar, deben batallarle, a empezar de cero. Hay personas que no se dedican a ser maleantes y logran salir adelante; pero, hay otros que de eso viven, lo han hecho toda su vida. Ahí es cuando dicen que no hay readaptación y cosas por el estilo.
Al obtener la libertad, en teoría se les debe dar seguimiento para evitar las reincidencias. Empero, al igual no hay una infraestructura que lo logré, porque son muchos los que están presos, no existe el suficiente personal, además de que no todos son del municipio, están recluidos de Tecalitlán, de Tuxpan, Sayula hasta de Chapala. Se hace el enlace con los municipios pero pues no todos cuentan con una oficina o departamento para darle seguimiento a estas personas.
Con la familia del recluso no se trabaja directamente apoyándolos en el área psicológica, existen situaciones especiales, que fallece un familiar del interno, llega la familia para allá (al reclusorio) y se les da apoyo psicológico o les facilitan la entrada a visitar al recluso, pero no se le da seguimiento a la familia. Se supone que también hay instituciones que se encargan de atenderlos, pero no hay la suficiente infraestructura; hablamos de personal, oficinas, transporte por ejemplo, para cubrir la región. Así que no hay seguimiento de la familia ni durante su estancia ni al salir.
Nos comenta además que a partir del 2014 con la apertura de la sala de juicios orales, se supone que se les da más seguimiento a los casos, buscando un arreglo entre el acusado y la parte acusatoria.
“Hay gente que está al pendiente de que cumplan con el arreglo, de que demuestres que no fuiste si es que eres inocente, si eres culpable, se te da una sentencia y debes remediar el daño o pagar si es que fue robo, sin embargo, al ser de diferentes municipios se complica.” (Sic.)