Tres vícitmas de trata de 2014 a 2018 tan sólo en cifras oficiales.
Decisiones.- “Aquí no ha pasado nada grave, ¿verdad que no?”, contestó la señora mientras miraba a su compañera, con la autoridad del estar durante años, varias horas del día en el mismo lugar: a unos metros de ella, la niña. “Si tanto quieres saber de ellos, ¿por qué no les preguntas directamente?”, renegó una comerciante, quien también se encontraba a unos pasos. Otro de los comerciantes de la misma manzana donde ella trabajaba comentó que creía saber de quien se trataba, al preguntarle sobre el caso, pero también mencionó que “no quería meterse en problemas”.
El hermetismo en la zona centro está presente. Desde el “no sabía”, hasta el “aquí no ha pasado nada”. No obstante, a escasos metros del monumento al Señor de la Misericordia, representación del milagro avalado por el Arzobispo de Guadalajara; a escasos negocios de la Presidencia Municipal, a un costado de uno de los ríos más contaminados de México… En el malecón del municipio, estaba ella, explotada sexualmente durante tres años, y “nadie la vio”.
Ella trabajaba en el malecón de Ocotlán, lavaba coches junto a su padre. Este le dijo que la acompañaría a un mandado para después pedirle irse con un sujeto y tras un rato recogerla en el lugar donde acordaran. Ella se negó, sin embargo, fue llevada a la fuerza a un área de terracería, donde fue golpeada y agredida sexualmente por el sujeto. La acción se repitió, pero con más hombres, a quienes era entregada para sostener relaciones sexuales a cambio de dinero del que su padre, su madre y el sujeto se beneficiaban.
En enero de 2015 acudió a las instalaciones del DIF del municipio, lo que llevó a realizar la denuncia. Dos semanas después, varios medios de comunicación publicaron la noticia: “Detienen a cuatro policías de Ocotlán por abuso y trata de personas”, donde la premisa apunta a que los policías de tránsito eran parte de los clientes del padre y de la madre de la niña, quienes la ofrecían para servicios sexuales.
Tres años después se da la aprehensión de Pablo “N”, buscado por delitos de trata de personas, corrupción de menores y abuso sexual infantil, por presuntamente haber explotado sexualmente a una menor de 13 años, o al menos, es lo que dice el comunicado de la Fiscalía General del Estado del 13 de noviembre de 2018, de acuerdo a la carpeta de investigación del caso. Este también exponía que los progenitores ya estaban en disposición de las autoridades.
En una visita al juzgado de Ocotlán, se encontraron en el Libro de Gobierno los expedientes del 2015 al 2018 con los números 006/2015 y 43/2017 por los delitos de trata de personas y corrupción de menores y trata de personas respectivamente. El primero coincide con el caso de la niña, pues los nombres de su padre y madre están dentro en los procesados, el segundo corresponde a un proceso iniciado en 2014 del cual no se tuvo acceso a más información.
Ambos expedientes también se encuentran en el Sistema de Consultas del Supremo Tribunal de Justicia del Poder Judicial del Estado de Jalisco.
Por otra parte, los casos de víctimas de trata de Ocotlán no solo se han manifestado dentro del municipio. En mayo de 2018, varios medios de Baja California publicaron la noticia que exponía la apertura de una carpeta de investigación por el delito de trata de personas: la supuesta víctima, una niña de 14 años.
Su padre levantó una denuncia desde su lugar de residencia, Ocotlán, Jalisco, al recibir una llamada de su hija desde Tijuana, quien aseguraba ser víctima de explotación sexual. El mismo acudió con las autoridades locales del lugar donde se encontraba su hija, quien después fue rescatada junto a sus dos hermanos.
Las cifras oficiales
En el Registro Nacional de Víctimas (RENAVI), se encuentra una persona residente de Ocotlán como víctima de trata de personas en modalidad de explotación, según datos obtenidos a través de una solicitud de acceso a la información hacia la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) con el folio 0063300075719.
El RENAVI es un registro creado con base en la Ley General de Víctimas, que tiene como objetivo hacer que las personas inscritas tengan las medidas de asistencia, atención y reparación integral del daño tras ser víctimas de un delito federal y/o violación a sus derechos humanos.
Ocotlán cuenta con 24 lugares dentro del RENAVI. De los 24 ocotlenses inscritos, 21 delitos sucedieron en Michoacán, uno en Tamaulipas y otro en Ciudad de México; en 20 casos la autoridad no señala el delito o la violación a los derechos humanos, sin embargo, en un caso se señala como delito Trata de personas en modalidad de explotación, lugar de los hechos: Tlaxcala.
Es decir, de las personas ocotlenses inscritas, solo una persona se encuentra en el registro nacional como víctima de trata de personas, sin embargo, el lugar de los hechos mantiene relevancia por ser considerado la cuna de la trata de personas del país.
Según la Revista Latinoamericana de Estudios de Seguridad, aunque Tlaxcala es una de las entidades más pequeñas de México, es relevante en el ámbito porque de ahí han emergido redes de explotación sexual de mujeres a nivel nacional e internacional y donde la trata de personas es un delito generacional que pasa de familia en familia que marca la cultura del sitio y la percepción de este. Pero, ¿cómo llega una persona de Ocotlán a la cuna de la trata de personas?
Mediante las mismas redes. Así lo explica en entrevista María Antonia Chávez Gutiérrez, presidenta del Observatorio Latinoamericano contra la Trata y el Tráfico de Personas (Observa LA Trata). También expone que las redes del crimen organizado se generan a partir de puntos clave donde se desarrolla la trata: escuelas, iglesias y más comúnmente en bares, antros, hoteles y prostíbulos. Sin embargo, no todas las víctimas surgen de estos, un ejemplo: las desapariciones forzadas.
“Hablar de un problema de desaparecidos en Jalisco, es hablar de un problema muy serio de trata”, recalcó, pues aseguró que muchas personas son secuestradas para ser explotadas mediante las diferentes formas de trata, si son niños; para adopciones ilegales, si son adolescentes o mujeres; para el mercado sexual, si son jóvenes hombres; para el trabajo forzado, lo que agranda el contexto del delito y extiende el número de víctimas no visibilizadas.
Aunque hay pruebas de la existencia de la trata de personas en Ocotlán u ocotlenses víctimas de este delito y las cifras parecieran ser relativamente pequeñas, son casos de éxito en visibilización, pues a pesar de que la trata de personas es la actividad más lucrativa después del tráfico de drogas y de armas, según María Rita Cornejo Salazar, una de las autoras del libro “Rostros diversos de la trata de personas en México”, es un delito normalizado e invisibilizado:
“No es posible contar con una cifra precisa sobre esta -trata- en cuanto a modalidades y número de casos que se presentan, ya que es una vulneración a la dignidad humana que se realiza de forma clandestina e incluso invisible para aquellos que están frente a ella, o para las autoridades que le habían prestado poca importancia a este fenómeno delictivo”, así lo expuso Cornejo Salazar.
Cornejo Salazar también expone que se trata de un delito dinámico y adaptable que cambia constantemente y que muchos casos de trata de personas ocurren dentro de la intimidad familiar, lo que también dificulta que sea visible, como en el caso de la niña que acudió al DIF.
En el periodo comprendido entre 2012 y 2017, en Jalisco solo hubo cinco sentencias por los delitos en materia de trata de personas, según el Diagnóstico sobre la situación de Trata de Personas en México 2019, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). La Fiscalía General del Estado de Jalisco y la anterior Procuraduría General de Justicia de Jalisco reportaron en ese mismo periodo el menor rango correspondiente de una a 19 víctimas.
Lo anterior expone la poca presencia de las autoridades alrededor de este delito. Y aunque la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ) presentó en su relación de viajes de trabajo del primero de enero al 31 de diciembre de 2014 cursos y conferencias de Derechos Humanos y Trata de Personas para la población en general de Ocotlán, impartidos en noviembre y diciembre del mismo año, la probabilidad de que haya más víctimas de trata en el municipio es alta por las diferentes modalidades, y sus habitantes podrían serlo sin saber que lo son.
¿Cómo sé si soy víctima de trata?
En México, la trata de personas se define como “Toda acción u omisión dolosa de una o varias personas para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una o varias personas con fines de explotación”, esto según la Ley general para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas.
Las modalidades de explotación sexual y trabajo forzado son las más comunes en el país según el Diagnóstico sobre la Situación de la Trata de Personas 2019, de la CNDH. Sin embargo, la ley anterior tipifica 11 modalidades distintas de trata entre las que se encuentran la mendicidad forzada, es decir, obligar a pedir limosna, matrimonio forzado y la explotación laboral.
Esta última, caracterizada por el trabajo bajo condiciones peligrosas o insalubres; desproporción entre la cantidad de trabajo realizado y el pago, y tener un salario debajo de lo legalmente establecido. Esta modalidad del delito es penada de tres a 10 años de prisión, y de cinco mil a 50 mil días multa.
La presidenta de Observa LA Trata mencionó la magnitud del delito y la facilidad de encontrarse en la vida cotidiana, pues en ocasiones la víctima no sabe que es víctima, ni tampoco el victimario sabe que lo es.
En Ocotlán los delitos de trata visibilizados alcanzan la modalidad de explotación que más daño psicológico y físico provocan. La persona dentro del Registro Nacional de Víctimas deberá obtener un apoyo económico, ayuda integral, verdad, justicia y la “reparación del daño para que, en la medida de lo posible, recupere un proyecto de futuro”, según la finalidad de la CEAV.
¿Cómo insribirme al padrón de víctimas del RENAVI?
La Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas Jalisco (CEEAVJ) atiende a víctimas de delitos del fuero común o violaciones de derechos humanos cometidos por servidores públicos de orden estatal o municipal, a diferencia de la CEAV que atiende el orden federal, según el titular de la (CEEAVJ), Juan Francisco García Santillán.
Jalisco cuenta con su propio Registro Estatal de Atención a Víctimas (REAV) el cual complementa y alimenta al RENAVI.
Los requisitos para entrar a los registros son los siguientes:
*Formato único de declaración
*Acta de nacimiento
*CURP
*Copia de Identificación vigente
*Comprobante de domicilio
*Constancia de Calidad de Víctima
*Copia de Carpeta de Investigación
La solicitud se hará por la propia víctima, autoridad competente u organismo público para la protección de los derechos humanos. Después debe ser mandada al Comité Interdisciplinario Evaluador (CIE) del CEEAVJ y de la CEAV quien se cerciorará de que se cumplan todos los requisitos para acceder al registro y por ende, a la reparación de los daños.
Respecto al tema de la trata, la también psicóloga María Antonia Chávez Gutiérrez expuso la importancia de informarse como parte de la prevención, sin embargo, en casos donde ya hay víctimas, el apoyo económico es una cuestión vital, pero no es suficiente, y aunque se ofrecen estrategias de ayuda integral para reorientarles la vida, menciona que hay cosas que no se van a reparar nunca, como las menos físicas:
“A una niña que ha sido violada durante años ¿cómo le reparas la confianza? ¿cómo le reparas el ver al mundo de una manera distinta? Lo que te dañan es la dignidad… ¿cómo reparas la dignidad?”, puntualizó.
La dinámica de la trata de personas se encuentra inmersa en “la seguridad de hogar”, en el trabajo, en las personas desaparecidas e incluso en la calle, a la vista de todos y frente a la responsabilidad de quienes saben y quienes no se informan para saber. Los actores del delito radican en la sociedad civil: quien ejerce, quien es víctima, quien es consumidor y quien es testigo. La dignidad no puede repararse, pero el daño a la dignidad sí puede en ocasiones prevenirse, evidenciarse y, en todos los casos, denunciarse.
Autor D.H.
Esta información fue extraída de Decisiones
Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.