El diálogo necesario
Este miércoles Margo Glantz recibió el Premio Alfonso Reyes. La escritora es una de las mujeres mexicanas con más proyección internacional en nuestros días. Ha recibido cerca de cuarenta reconocimientos entre condecoraciones, nombramientos de maestra emérita y doctorados honoris causa en universidades de todo el mundo, y premios como el Fil en Lenguas Romances y el Sor Juana Inés de la Cruz.
A sus 87 años está obsesionada con las redes sociales, primero estuvo cautivada por ellas como un fenómeno positivo debido a la primavera árabe, que en gran parte se gestó desde Twitter y Facebook; pero con el tiempo ha ido observando que las redes sociales no son la panacea que en un principio imaginamos, pues “se están convirtiendo en algo nocivo”.
La también académica mexicana de la lengua ha anunciado que hablará de este tema en su discurso de recepción del doctorado honoris causa en la Universidad de Alicante a celebrarse el 8 de noviembre, y que prepara un libro sobre el tema. Le llama la atención la abundancia de noticias falsas y la banalidad imperante en las redes sociales, así como la capacidad de hacer viral más fácilmente un “robo de las joyas de Kim Kardashian que la posibilidad de una guerra nuclear entre EE UU y Corea del Norte”. Es sintomático dice, que “Twitter es el medio preferido por el imbécil de Trump”.
Ya antes intelectuales como el sociólogo Zygmunt Bauman o el semiólogo y escritor Umberto Eco habían referido al riesgo que se corre con la trivialización de las redes sociales, el primero hablaba de lo efímero de las cosas importantes, y el segundo, del peligro de que cualquiera se puede convertir en autoridad de cualquier tema y su opinión llega a tener el mismo o mayor peso que la de quien ha dedicado su vida a comprender determinado fenómeno.
A Margo Glantz, le preocupa la falta de jerarquización de los asuntos que se discuten en internet: “El momento en el que la jerarquía se pierde, se acaba con toda relación con las cosas y con la posibilidad de entenderlas. Nos están lavando el cerebro. Cada vez tenemos menos capacidad de reaccionar políticamente.”
Como podemos apreciar, más allá de su espacio que es la academia y la literatura, Glantz es una mujer preocupada por las cosas del mundo. Le inquieta el avance de la ultraderecha en Holanda, Francia y Austria, y la forma en que se trata el tema de los refugiados. Pero en particular habla de su preocupación por la situación de la inseguridad y la violencia, en especial en contra de las mujeres. “Cada vez es más grave el acoso a las mujeres.
Los casos de violencia en Uber o Cabify (Caba fay) o lo que acabamos de ver en la Academia de los Oscar (sobre Weinstein) demuestra que existe un sistema de depredación de los poderosos hacia las muchachas jóvenes y bonitas. Esto ocurre en las oficinas, las escuelas,… En todas partes”, declaró ayer la escritora al diario español El país.
Margo Glantz es una escritora heterodoxa, sus libros disienten, son híbridos, anfibios que se preguntan constantemente por las cosas del mundo, más que contar historias buscan conversar con su lector. Y ese diálogo es algo muy necesario en nuestros días.
Profesor de la Licenciatura en Letras Hispánicas del Centro Universitario del Sur