, Gorditas de nata: amor, cariño y tradición zapotlense

Gorditas de nata: amor, cariño y tradición zapotlense

¿Cuántas va querer señito?

Caminando por el portal Riva Palacios, que está sobre la calle 1° de Mayo en Ciudad Guzmán, un olor muy peculiar me atrajo hasta el puesto del señor Román Cortés Vargas. Me platicó que tiene más de 15 años dedicándose a la venta de gorditas de nata.

Mientras hablaba con él, se acercaban las personas al negocio para poder degustar una rica y caliente gordita de nata. Un dato interesante que me dijo el señor Román fue que toda su vida ha trabajado en la harina.

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* Requerido

“Trabajé primero con los que vienen de Tlaxcala. Primero ayudándoles a cocer gorditas y yo miré cómo hacían la masa y ya empecé con mi negocio.

Tomé la decisión de ponerme a trabajar en algo que vendían aquí en Guzmán, pero que no estaban buenas. Entonces por eso decidí poner mi negocio para que la gente comiera algo bueno y no nomás al ahí se va.”

Este postre tiene como ingredientes principales el azúcar, harina de trigo y la leche. El proceso de elaboración se basa en saber revolver todos los ingredientes e ir amasando poco a poco.

“El promedio de hacer la masa es de 20 minutos, porque si te pasas de ese tiempo ya no sirven. Se corta el proceso y ya no se inflan. La masa es del día. La que yo preparo me dura 3 horas porque después la masa se empieza hacer aguada o chiclosa.”

Sin duda alguna, la textura que tienen las gorditas es una de las más exquisitas y diferente a cualquier otro postre.

Para don Román el peso exacto debe de ser de 58 gramos y ya cocida de 62. Los 58 gramos son la proporción al tamaño de la mano, y que el tiempo de cocción en la plancha, es de 5 minutos.

Además, me comentó que ese olor peculiar que tienen las gorditas se debe de una esencia que él utiliza, la cual le da la textura, sabor y olor.

Las gorditas son una tradición de octubre, especialmente de aquí de Guzmán. Y sin duda alguna, caminar por la feria en las fiestas de octubre y no disfrutar de una gordita es como si no hubieras ido a la feria.

Don Román me explicaba que son tradición porque en octubre era nada más cuando las vendían. Ahora él aprendió a prepararlas y ya se quedó todo el año.

Por otra parte, en gustos se rompen géneros y eso hizo que don Román implementara a sus gorditas tradicionales nuevos sabores para expandir el paladar de los guzmanenses: rellenándolas con lechera o nutella.

“Yo pienso que natural, es como le tomas el sabor, porque lo demás ya es adicional y más que nada consiste en el amor y el cariño que le pongas a lo que haces. Que disfrutes lo que haces, eso es lo que la hace bien.”

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