En este 2015 se llevarán a cabo elecciones para elegir a diputados locales, federales y presidentes municipales, con un inicio de campaña el 5 de abril, cada candidatos comenzó la carrera para obtener alguno de los codiciados puestos políticos “para servir a los ciudadanos” o al menos eso prometen la mayoría.
“Papá ¿todos los cuentos empieza con había una vez?, -No hijo, unos con si yo gano las elecciones les prometo que…” un chiste que circula en las redes sociales y que va perfecto con este tiempo, además refleja una realidad de que muchos se han cansado de los discursos de siempre acerca de que las cosas van a mejorar si votan por ellos, que sus propuestas son viables, que ellos sí harán el cambio, entre otras frases, armas que no pueden faltar, “son puros cuentos” es lo que la gente dice al escuchar las propuestas de los contendientes.
Vivir en una democracia significa que el pueblo es el que tiene el poder de elección para el bien común, para ello es necesario la representación, es por esto que cada cierto tiempo se cambia de funcionarios públicos para que estos aboguen por las necesidades de su comunidad y de la sociedad que le ha otorgado su voto de confianza. Pero hoy ya nadie se traga las mentiras de los políticos sobre todo para los mexicanos, estos solo representa “parásitos” con sueldos altos, mientras que existen personas que ganan menos del salario mínimo.
¿Cómo exigir a la población para que vote? Si no se tiene buenos funcionarios que estén para defender nuestros derechos y no solo se estén rascando la panza ¿cómo exigirles a los políticos que hagan su trabajo? La población desconfía de ellos, los pocos “buenos” candidatos no ganan, porque hay que recordar la frase de William Blake «generalizar es ser un idiota, particularizar es la única distinción del mérito». Las cosas no funcionan y esto no es culpa de los políticos o de la gente que cree que “hace política” y ni mucho menos de aquellos que no votan, la democracia no es una relación unilateral se necesita ser recíprocos hay que dar para recibir.
Educación es lo que hace falta, que absolutamente todos los ciudadanos reciban educación democrática, pero una verdadera que haga que cada persona se cuestione y se preocupe por hacer uso de su derecho con responsabilidad otorgándole la importancia que éste tiene, no dejando estas cosas a la ligera, sí, la gente está cansada, harta, “hasta el gorro” de tantas mentiras y promesas de papel que se olvidan en cuanto se está en el poder, ese cambio debe ser de mentalidad, de participación, de opiniones con diálogos abiertos, sinceros y sobre todo con tolerancia para buscar el bien de todos.
Egresada de la licenciatura en periodismo del Centro Universitario del Sur.