El informe final 2021 “Episodios de Desplazamiento Interno Forzado Masivo en México” publicado este mes por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C., documentó como en ese año 196 habitantes de Quitupan dejaron su hogar para salvar su vida ante la amenaza de los grupos de la delincuencia organizada.
En 2021 la problemática impactó en dos municipios alejados entre sí; Teocaltiche ubicado en Los Altos de Jalisco, muy cercano a Zacatecas, Quitupan, en el Sur del estado limitando con Michoacán.
Es una característica que comparten ambas demarcaciones, están en los límites con otros estados justo donde frecuentemente ocurren hechos violentos que motivan a las autoridades a “reforzar la presencia”.
De acuerdo con el informe, en 2021 el crimen organizado acechó a las comunidades al grado de expulsar a sus habitantes.
Se fueron a Los Reyes
El 13 de abril de 2021 la delincuencia afecto una franja interestatal que incluye a este municipio jalisciense y a Cotija, Michoacán.
En total fueron desplazadas de su territorio 400 personas, de estas 196 fueron de Quitupan y 204, de Cotija. El destino de los cuatro centenares de ciudadanos fue el municipio michoacano de Los Reyes.
“Se reportó que los miembros del grupo criminal irrumpieron en las propiedades de los habitantes de la comunidad y les apuntaron con rifles de asalto y lanzagranadas, incluyendo a niñas y niños”, documentó la organización.
El reporte indica que los desplazados de manera forzada acudieron a pedir alojo con familiares y no se tiene información de que hayan regresado a sus hogares. Tampoco hay evidencia de que las autoridades hayan actuado al respecto.
También pasó en Teocaltiche
El 7 de mayo de 2021 nueve comunidades de Teocaltiche se convirtieron en un campo de guerra tomado por el crimen organizado y, como consecuencia, sus pobladores escaparon, dejando sus viviendas.
El suceso impactó a las comunidades de El Rosarito, El Salto, El Saucito, Huejotitlán, Los García, Los Pocitos, Los Sauces, Rancho Mayor y Rancho Nuevo. La Comisión documentó que el detonante del desplazamiento fue la “violencia generada por grupos armados organizados (disputa territorial entre grupos del crimen organizado)”, lo que generó “enfrentamientos y temor fundado ante la violencia de organizaciones criminales”.
En total, 894 personas pertenecientes a 250 familias abandonaron su hogar para tener como destino Mechoacanejo donde se alojaron en la parroquia, además de El Salitre, Tenayuca y San Ignacio, en Teocaltiche; cabecera municipal y localidades de Tepusco, Los Aceros y Rancho Los González, en Villa Hidalgo; así como los estados de Aguascalientes y Zacatecas, donde recurrieron con familiares.
“Durante los enfrentamientos se utilizaron fusiles Barrett, granadas y vehículos tipo tanque con blindaje artesanal; algunas personas sufrieron agresiones físicas y hubo tres desaparecidos”.
En este episodio sí detectaron acciones gubernamentales. Por un lado DIF Jalisco habilitó dos puntos de asistencia para entregar apoyos; autoridades municipales otorgaron hospedaje, medicamentos, despensas y atención psicológica; por otro lado se realizaron patrullajes por parte de la Guardia Nacional y del Ejército y se instaló una Base de Operaciones Mixta.
Jalisco, sin marco normativo para el desplazamiento interno forzado
En el informe, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, A.C. criticó que Jalisco no cuenta con un marco normativo sobre el desplazamiento interno forzado y, por lo tanto, es invisibilizado por las autoridades.
“Una característica sobresaliente del desplazamiento interno forzado es su falta de reconocimiento y visibilidad institucional. No existe un marco normativo estatal, lo que lleva a un nulo andamiaje jurídico, pues las personas desplazadas no son reconocidas como víctimas y enfrentan lo frágil y discontinuo del ejercicio gubernamental. Tampoco se consideran, desde el ámbito institucional, los múltiples factores que dan lugar a esta problemática”, describe el documento.
También precisaron que, históricamente, el desplazamiento interno forzado en el estado es multifactorial. Si bien la presencia “hegemónica” del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es un detonante de más episodios, los fenómenos naturales, los megaproyectos como El Zapotillo, y la intolerancia religiosa, han sido causales de que este fenómeno se dé impactando a las regiones Costa, Sur, Altos, Norte y Centro.
Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.
