“Escuelas al Cien” no representó más que retraso para el preescolar Juan Enrique Pestalozzi pues la llegada de este programa a la institución educativa trajo consecuencias negativas.
De entrada denuncian de manera pública que están en total abandono ya que desde 2015 comenzaron con diversas obras para “mejorar” el ambiente educativo de los niños, sin embargo, a tres años todavía no culminan y los profesores temen que ocurra algún accidente donde los niños puedan verse involucrados.
“Al inicio era levantar los pisos de dos de las aulas que estaban con problemas de socavamiento, entonces levantaron el piso, un metro de superficie quitaron la tierra y pusieron más, pusieron los pisos. En el programa estaba que se iban a cambiar los ventanales, cambiaron los ventanales pero no de todas las aula, hay un aula que está sin ventana. Hicieron el cambio de las puertas pero todavía hay detallitos que no están bien”, comentó Rosario Contreras, directora del plantel.
Esta situación, además de representar un peligro para los niños, entorpece las actividades que los profesores pretenden realizar con los pequeños, pues el escombro cubre parte de las instalaciones y el área de juegos está inhabilitada desde que comenzaron las remodelaciones, por lo que los niños no cuentan con espacio para la recreación.
“Nos afecta la situación de seguridad de los niños, también se iba a hacer un baño para personas con discapacidad, el baño no está terminado, falta poner el tinaco, accesorios y ahorita tenemos unos andamios y pues es peligro para los niños. Estamos trabajando el programa de convivencia sana y pacífica pero nos ocasiona problemas ya que los niños no tienen donde jugar”, explicó la directora.
Ante esta falta de atención, detallaron que acudieron a la autoridad municipal de donde, a pesar de no ser su área de competencia pues dependen del Estado, recibieron la promesa de apoyo para el área de recreación infantil, pero todo quedó ahí, por lo que son los propios padres de familia quienes se ven obligados a pagar las reparaciones de los desperfectos, algunos, ocasionados por las propias obras.
“Hay materiales que no los tenemos a la mano como debe de ser en las aulas porque está todo en diferentes aulas por lo mismo, que no han terminado (el trabajo) en ninguna de las aulas, y lo que han venido a hacer hay desperfectos que hemos tenido que pagar nosotros como escuela, entonces a veces de ayudarnos nos están afectando”, concluyó Contreras.
Y precisamente los padres de familia son quienes, como pueden y está en sus posibilidades, tratan de rehabilitar algunas zonas del plantel al menos para la celebración del día del niño.
Esta situación ya tuvo consecuencias en cuanto a la recepción de niños, pues algunos padres de familia deciden llevar a sus hijos a otro plantel que tenga las instalaciones completas y seguras, aunque esté más lejano de su hogar y aseguró la directora que el preescolar estaba en mejores condiciones antes de ingresar al programa “Escuelas al Cien”.
Egresada de la licenciatura en periodismo del Centro Universitario del Sur de Ciudad Guzmán, Jalisco. Reportera