En un partido intenso y de roces, las dos escuadras de la capital de España empataron a cero goles.
El sábado el estadio Wanda metropolitano se vistió de gala para recibir el primer derbi madrileño de su historia. Real Madrid y Atlético de Madrid buscaban no perder más puntos tras la victoria del Barcelona, pero ninguno consiguió la victoria en el derbi.
El partido se vio marcado por los roces físicos que al final se vieron reflejados en la estadística; el Atlético terminó con 6 jugadores amonestados y el Madrid con dos. Uno de los contactos mas fuertes del partido se dio en el área del Atlético. Tras un recentro de cabeza de Casemiro, y al tratar de buscar el balón Sergio Ramos terminó con el tabique roto después de recibir una patada en el rostro.
El equipo merengue tuvo mayor posesión durante el encuentro pero el Atlético no dejó de presionarlos. Aunque el Real Madrid dominó, la ocasión más clara del partido la tuvo el equipo de Diego Simeone a penas al minuto 2; tras un error de la defensa madridista, Ángel correa falló un mano a mano contra Kiko Casilla.
Otra de las cosas que dejó el derbi, fue la actuación del árbitro Fernández Borbalán. Los derbis suelen ser partidos muy difíciles de pitar y el colegiado español dejó mucho que desear. Incluso en el minuto 64, después de una jugada en la que el árbitro marcó mano tras un control de Isco, las cámaras de televisión captaron al malagueño diciéndole al silbante: “eres muy malo”.
Después de un partido con pocas ocasiones claras de gol el empate prevaleció. Con este resultado ambos equipos están a una distancia de 10 puntos con respecto al Barcelona en la tabla de posiciones. Nadie, en la historia de La Liga ha sido capaz de remontar esta cantidad de puntos.
Estudiante de periodismo, apasionado de los deportes y amante del fútbol.