Mientras que en algunos municipios del estado de Jalisco aún se discute sobre si el uso de cañones antigranizo afecta o no a la dispersión de las nubes y la lluvia, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Fernando García García, quien forma en la división de estudios de posgrado en la facultad de Ingeniería y tutor en Ciencias de la Tierra de la UNAM, fue enfático en que el uso de estos artefactos no está comprobado que afecten al ciclo meteorológico.
Durante la charla “Cañoneado el cielo: mitos y verdades sobre el control del tiempo”, el García García explicó que no hay evidencia que demuestre la efectividad de estos artefactos sobre el ciclo del agua de alguna manera.
“La hipótesis dice, si yo puedo romper unas partículas de hielo estas se hacen muy pequeñitas, las cuales pasaran a convertirse en agua. Si la hipótesis de la onda sónica que destruye las partículas de granizo funcionara, yo debería observar aumento en la lluvia, no disminución y tampoco hay evidencia de que esto ocurra”.
Fue uno de los espectadores quien cuestionó al académico del por qué cuando estos cañones los activan las nubes se van y sale el sol, a lo que el García García respondió que tiene mas que ver con el movimiento de las nubes o el viento.
“La variabilidad natural, yo le recomendaría que todos los días observe el desarrollo de las nubes, y te vas a dar cuenta que la mitad del tiempo o en cierta parte del tiempo la nube se desarrolla de cierta manera. En ocasiones simplemente se despeja, en otras genera precipitación, hay varios factores que influyen en esto”.
Por otro lado, otro de los espectadores le cuestionó al profesor sobre si estos artefactos debiesen prohibirse. El académico explicó que, primero tendría que comprobarse si estos productos cumplen con lo que prometen.
“Mi opinión es que como cualquier otro producto que se venda, se debe de cumplir con una serie de características del producto. Si yo vendo un coche debo de garantizar que funciona, yo opino que debería de haber una regulación similar para este tipo de cosas”.
Por último, el doctor García explicó que actualmente no existen estudios que comprueben con un trabajo de campo la efectividad de los cañones. El último estudio fue en los años 80s, y enfatizó que para hacer un estudio que llegue a comprobar el verdadero efecto es necesario hacer pruebas mínimo 5 años.
Estudiante de la licenciatura en periodismo del Centro Universitario del Sur, ha colaborado en Radio Universidad, aficionado de la fotografía.