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Club de Cuervos

El futbol en México es uno de los temas más polémicos y mediáticos sin importar cómo se juegue, ya sea de manera admirable ante Alemania o causando vergüenza como sucedió contra la Selección Chilena, las controversias siempre están a la orden del día. Los equipos más mediáticos son las Águilas del América, las Chivas Rayadas del Guadalajara y la Selección Mexicana, que generan una atención especial capaz de borrar de las noticias los temas políticos y económicos más relevantes.

La nación del “Chicharito” tiene una ferviente pasión por el balompié que también le genera un repudio singular al juego por parte de una minoría, que parece no entender cómo un deporte de “patea pelotas” puede hasta ocasionar un temblor por el júbilo de los aficionados y, como leí hace unas horas, “el gol de un tipo puede sacar lo peor de una raza” mostrándole al mundo la poca cultura que tienen varios mexicanos, al no saber cómo sobrellevar de la mejor manera una victoria histórica.

El juego del “Chucky” Lozano puede ser responsable de nuestra algarabía, pero el deporte no tiene la culpa de que un ebrio con el uniforme verde queme o haga ademanes sexuales con la bandera del adversario en turno, es tiempo de que dejemos de darle tanto crédito a la pasión por el futbol y digamos que el pueblo de México carece de una apreciable educación deportiva, y decir esto es peor, decir que nos falta educación es más ofensivo que decir que el futbol nos hace estúpidos, basta de buscar un chivo expiatorio y pongámosle el dedo en la verdaderas llagas, ahí donde también el clasismo, la soberbia y los complejos afloran inevitables, hay que pedir más futbol y más civismo en los hogares, porque un país que ocupa los primeros lugares en obesidad no merece menos, por salud y educación no merece menos, necesitamos más, más futbol y más civismo en las escuelas, en las plazas y hasta en las cámaras de diputados.

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* Requerido

Los entornos que rodean al juego son los que en su mayoría desagradan y destrozan el romance por la pelota, entornos como la corrupción de la FIFA, el periodismo de lavadero de vecindad, los dueños de equipos que poco saben de deportes, y los jugadores que pierden la brújula y se convierten en actores de Hollywood en la cancha, haciendo como que corren o fingiendo faltas inexistentes. Parte de estos entornos del juego son representados en “Club de Cuervos”, la primera serie en español producida y transmitida por Netflix desde hace tres años.

En “Club de Cuervos” el futbol es la excusa perfecta para mofarse de los entornos que tanto desdeñan al juego, la serie se burla de la relación entre los dueños de un equipo de futbol y la política, los dueños y los medios de comunicación deportiva, los dueños y los vicios de un gremio que aún no es un ejemplo de profesionalismo. La mofa no es mordaz, es más irónica, tal vez falta de un humor más natural y bien llevado, pero funciona al grado de que dentro de lo extravagante y grotesco existe lo real, aquello que es difícil de ocultar por más soberbia y millones que se tengan, la ignorancia y los problemas no se maquillan tan rápidamente y ahí es donde la serie adquiere su pequeños momentos de drama.

Las críticas de algunos de los jugadores de la Selección Mexicana actualmente van hacia las directivas y dueños de equipos de futbol, ya que existe poco interés en respetar los derechos de los futbolistas y, en la mayoría de clubs, hay una desorganización que torneo a torneo causa vergüenza deportiva en sus respectivos seguidores. Esto es bien representado en “Club de Cuervos”, donde la lucha por el poder ridiculiza a los hermanos Iglesias —que parecen haber sido criados para sacarse los ojos— y por medio de esta parodia podríamos pensar en apellidos tan conocidos como los Azcárraga o los Vergara, estos últimos dando la nota las últimas semanas por sus decisiones con “el rebaño sagrado”.

“Club de Cuervos”, sus tres temporadas y su extensión “La balada de Hugo Sánchez”, merecen la pena si estás dispuesto a soportar un humor ácido que bordea en lo irónico y en lo ridículo, además, si existen coreografías para las artes marciales, también debería de haber coreografías para las películas y series sobre futbol, porque en “Club de Cuervos” las acciones que se llevan en la cancha también son paródicas, con goles y atajadas peores que las de cualquier “cascarita”, irrisorias desde la grada o desde la sala de la casa.

Al final de cuentas la serie entretiene porque está inspirada en los dueños del futbol, y sobresale la manera de mezclar la ficción con la realidad causando ecos en redes sociales y en marcas deportivas como Charly o Adidas, y no dudemos que pronto las dos televisoras más importantes trataran de emular el triunfo del “Club de Cuervos”, que es ya un hito para el entretenimiento en México, donde la pasión por el futbol es vasta, pero poco explorada en la pantalla chica, no dudo que una serie con un mejor argumento y mayor épica futbolera la lograría superar, pero hasta ahora, nos tenemos que conformar con lo que hay: “Club de Cuervos”, el Mundial de Futbol, La Liga Mx, La Champions, La Liga Española, ESPN, FOX, Los Protagonistas, DeporTv, La Jugada, ¡vaya! ¿Y todavía queremos más?

Ver tráiler de la primera temporada aquí
https://www.youtube.com/watch?v=TvUVBVRlCV8

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