Después de que el gobernador Enrique Alfaro decidiera implementar el botón de emergencia, negocios y actividades no esenciales deben cerrar a las 7 de la noche de lunes a viernes, y en fines de semana parar actividades.
En Zapotlán el Grande pese a que la gran mayoría si acató las medidas, fueron pocos los que desafiaron esta decisión en la zona centro del municipio. Siendo alrededor de las 4 de la tarde aproximadamente, son pocas personas las que andan en el centro.
Los portales que suelen estar llenos de gente entre semana o cada sábado, ahora son muy pocas personas que circulan por ellos. Y es que al no estar abierto algún negocio de interés, la gente decidió quedarse en casa.
En cuanto a los negocios, la gran mayoría también acató las reglas. Los portales se llenan de puertas cerradas con cadenas y candados, luciendo hasta abandonados. Incluso los “quiosquitos” que le dan cierto color al centro están cerrados, sintiéndose como una calle fantasma
Los que sí tuvieron permiso de abrir como farmacias apenas hay gente que llega a ellas. Por otro lado, los locales de comida solo tenían servicio a domicilio, ya fueran tacos, hamburguesas, hot dogs, alitas, pizzas, tortas, pollo y comida china, ponían un anuncio en su exterior señalando solo el servicio a domicilio.
Sin embargo, hay negocios que decidieron arriesgarse a vender sus productos, tales como una tienda de celulares, dos negocios misceláneos y tres vendedores ambulantes.
Entre esos negocios ambulantes se encuentra la señora María. Con su carrito de venta de frutas, teniendo conocimiento de la disposición del gobierno estatal, se arriesgó a vender. Mencionó que ella vive de lo que saca al día. Pese a esta necesidad, tras un apercibimiento, tuvo que ceder a la suspensión.
“Me hablaron como a las 12 que viniera a recoger la caña, y la vengo a recoger por eso ya nos vamos antes de que me vayan a poner o a decir algo, y mañana tampoco vengo por que nos dijeron que nomás de lunes a viernes. ¿Qué le vamos a hacer verdad? Solo Dios y uno sabe las deudas que tiene uno por que mire, aquí yo pago mil 500 por el carrito ¿Entonces que hago? Como no me da para sacar todo, hago préstamos para llevar a la presidencia. Entonces si no agarro (clientes) ¿de dónde saco para pagar la deuda?”
Con tristeza y estrés, la señora María relató que con lo que saca de dinero apenas le alcanza para pagar la renta del lugar y comida. Además de que el gobierno tampoco les ha dado un apoyo a pequeños comerciantes como ellos.
“Porque mire, como ahorita, usted mismo lo ve, todo lo que tengo de mercancía. El mango ahorita está a 25 el kilo, entonces no debí haber vendido ahora. Vine a recoger mi caña, mañana no voy a vender, entonces se me echa a perder la fruta, porque esto se vende al día. El (gobernador) no me va a reponer nada, el quedó que nos iba a dar un apoyo y nunca llegó el apoyo. Al menos a mí nunca llegó el apoyo, y tenemos que respetar porque nos venimos nomás así pues nos quitan nuestros permisos, tenemos que ceder”.
Mientras que a lo largo de toda esta pandemia ya han cerrado varios negocios en Ciudad Guzmán, 35 por ciento de ellos de acuerdo con la CANACO en Zapotlán, esta estrategia de acuerdo a la señora María solo empeorará la situación de personas como ella, que apenas estaban recuperándose con las ventas, no será sino hasta el 13 de noviembre que vean los resultados del llamado botón de emergencia.
Estudiante de la licenciatura en periodismo del Centro Universitario del Sur, ha colaborado en Radio Universidad, aficionado de la fotografía.