Con el afán de evitar confrontación de temas personales entre los candidatos a los cargos públicos de diputado federal y local del distrito 19, además de los aspirantes a la presidencia municipal de Zapotlán el Grande, los directivos del Centro Universitario del Sur optaron por evitar el debate público.
El argumento del rector del centro, Ricardo García Cauzor, fue que esos temas personales no son de la incumbencia de los estudiantes del CUSur.
Si bien, en el debate se hubieran destrozado Alberto Esquer y Roberto Mendoza, bueno también Claudia Murguía (los del PRI y MC ven la batalla entre dos y los del PAN-PRD la ven entre tres), eso hubiera atraído no sólo a estudiantes, sino a los zapotlenses, pues lejos del morbo, bueno también eso influiría, los ciudadanos están hartos de hipocresías donde en cada mitin se “tiran pedradas”, como dicen en mi pueblo, unos a otros y en eventos públicos, como la Expo Agrícola que acaba de pasar hace unos días, se toman la foto del recuerdo todos juntos, como hermanos, diría el sacerdote en la misa del domingo.
Además, el debate permitiría saber qué candidato es apto para la presidencia municipal de Zapotlán, cuál ya maduró y lejos de desprestigiar a otros busca argumentos que resalten su trabajo con y para la sociedad, y así los zapotlenses se den cuenta qué persona es mejor para tomar el cargo público.
¿O será que le temieron a que como suele suceder, un partido chico resulte ganador?, bueno eso no se sabe ni se sabrá, pues como dice el dicho ya muy conocido por todos, “el hubiera no existe”.
Lo que sí es cierto es que fue un rotundo fracaso donde lejos de empapar a los estudiantes de las propuestas de cada contendiente y estos evalúen qué candidato tiene las aptitudes y actitudes que el municipio necesita, sólo fue un ejercicio para alejar a los jóvenes de la política e insertarles más profundamente la idea de que la política es aburrida y sólo sirve para “robar poquito”, diría el ya famoso Layín.
Y es que las sesiones maratónicas de más de 5 horas por día, se vieron llenas de los ya frecuentemente llamados “acarreados”, estudiantes a los que les interesa más un punto por la asistencia que conocer las propuestas de los aspirantes, actitud lamentable tanto de parte de los jóvenes como de los profesores y directivos.
El audio de mala calidad, comienzos con hasta media hora de retraso y candidatos que hablaron de todo menos de sus propuestas fue lo más relevante de los foros.
Esperemos y esto sirva de ejemplo para que en el siguiente proceso electoral descarten por completo la idea de realizar rutinas como estas y eviten que los estudiantes, y hasta los propios candidatos, pierdan tiempo que se puede utilizar en otras actividades, por ejemplo tener clases, que cabe mencionar, para algunos sí hacen falta.

Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.