Días sin dormir, o medio dormir. Comiendo atún, tortas y más atún. Suero tras suero para mantener la hidratación. Lejos de su familia; no la han visto en días, “ya están acostumbradas a no verlos”, dicen resignados. “La que se casa un un bombero forestal, ya sabe a lo que se atiene”, dice sonriendo, otro brigadista.
¿No se enfadan de comer solo atún? Le preguntamos a uno de los líderes de brigadas.
-Claro, pero es lo que hay -contesta- pero estamos muy agradecidos con la gente que nos apoya, mencionó.
A pesar de cansancio, los brigadistas reciben con una sonrisa a las personas que acuden a llevarles víveres. Con un apretón de manos, piden que lleven a todos los que han donado comida, bebida y material de protección, el mensaje de gracias.
La situación es que aseguran que Zapotlán es un caso peculiar en todo el país. La ayuda en realidad les llega a las manos, y gracias a eso, pueden alimentarse y rehidratarse constantemente para hacerle frente a las llamas, que rápidamente devoran los bosques.
“En otros logares solo nos dan una bolsa con un suero pequeño, una torta, una botella de agua y unas galletas, con eso para todo el día”, dijo durante la plática, uno de los brigadistas de CONAFOR.
Desde el día jueves, poco han descansado. Las llamas no dan tregua. Algunos son locales, pero hay quienes rescatan los bosques del sur de Jalisco, sin vivir cerca de ellos; lo hacen por vocación. “Nosotros venimos del bosque de La Primavera”, “yo vengo de Tecolotlán”, dicen los brigadistas. Muchos más, son de Zapopan, de la costa de Jalisco y de Guadalajara.
¿De dónde sacan fuerzas para aguantar tanto? Volvemos a preguntar
-Ni nosotros sabemos, pero aquí estamos – contestan.
“Yo he andado por todo el país apagando incendios. También me ha tocado estar en Canadá apoyando”, platica uno de los combatientes, en su rostro se mira el desgaste, pero también el orgullo de ser bombero; de salvar la vida natural.
Afortunadamente, al incendio del Nevado de Colima, parece que ya le van ganando la batalla. Pero aún continúan al pendiente, realizan acciones de enfriamiento y liquidación. Aún permanecerán unos días en la zona, para asegurarse de que el fuego se extinga completamente.
Junto a un imponente Abies Colimensis, se ven diminutos, pero su espíritu refleja todo lo contrario. Gracias a ellos, el bosque se salvará.
Compartieron su preocupación por que su trabajo sea respetado, y las autoridades no permitan cambios de uso de suelo. Ellos han luchado contra el fuego durante casi una semana para que de pronto, el bosque desaparezca.
Periodista egresado del CUSur. Aficionado por los deportes, la política y el periodismo. En El Suspicaz funge como co coordinador. También escribe para NTR Guadalajara y Letra Fría. Integrante de #CONNECTASHub.