Sayulense NASA, Osvel Ríos, el Sayulense que triunfó en la NASA

Osvel Ríos, el Sayulense que triunfó en la NASA

Desde niño, siempre se interesó en los cohetes y la tecnología. De joven, ya cumplió su sueño de triunfar en la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés). Osvel Ríos Rodríguez es un sayulense que al día de hoy puede decir orgulloso que su trabajo irá al espacio.

Cuando era niño ya buscaba cómo involucrarse de una u otra manera con la tecnología. El ‘coco’ de todos: las matemáticas, fueron de sus mejores amigas desde la secundaria. Gracias a eso pudo desarrollar los conocimientos que lo llevaron a la NASA.

“Es un sueño. Es algo que no esperas tan fácilmente. Es difícil, pero es tener la constancia, trabajar duro (…) Siempre he sido una persona a la que le gusta mucho la tecnología, la programación. Desde secundaria yo ya me inclinaba por eso, ya me gustaba mucho. Mi abuelo me ayudó con clases de trigonometría, mucha parte fue el apoyo de los familiares”, dijo en entrevista para El Suspicaz.

De la secundaria pasó al Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) donde formalizó sus primeros proyectos. Ahí nacería la idea de estudiar la Ingeniería en Mecatrónica.

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* Requerido

“En la preparatoria tuve la oportunidad de participar en un proyecto que desarrolló el CBTA en Sayula para desarrollar un proyecto. Yo y otros dos compañeros -Emanuel y Alex- desarrollamos un cargador de celulares con panel solar. Fue de las primeras veces que empezamos a tener contacto con la electrónica. Llevamos programación. Cuando entré a la universidad me enfoqué en Ingeniería en Mecatrónica y ahí nos enseñaron a programar”.

Para titularse desarrolló junto con un equipo trabajo, una prótesis biomecánica que usaba la electricidad que genera el cuerpo humano para moverse.

El camino a la NASA

Sayulense NASA, Osvel Ríos, el Sayulense que triunfó en la NASA

Las oportunidades no llegan porque sí. Se tienen que buscar y ese fue el camino que Osvel siguió. Buscó contactos y convocatorias hasta que dio en el clavo y se registró. Hizo un examen y tuvo una entrevista, pero la pandemia se atravesó.

“Por la pandemia se estaba retrasando todo. Yo pensé que no había quedado (seleccionado). Ya me había rendido. Un domingo me llegó un correo en el que decía ‘felicidades, has sido aceptado’. La verdad, me emocioné mucho. No me la creía, mucho menos cuando estaba allá”.

Tras la noticia, preparó sus cosas, reunió el dinero necesario y emprendió el viaje. Desde que llegó a la NASA se dio cuenta de muchas realidades que él ignoraba. Trabajar en la NASA es más que complejo para los extranjeros toda vez que forma parte de la milicia. Por lo tanto, quienes logran integrarse deben ser ciudadanos estadounidenses y confluir muchas habilidades en ellos.

Otra sorpresa es que el trabajo en equipo lo es todo. No basta con la concepción individualista que él tenía hasta antes de su incursión en la NASA. Allá tuvo que trabajar con colegas que nunca había visto antes. Tuvieron que acoplarse rápidamente y unificar sus conocimientos para triunfar. Así lo hicieron.

“Trabajando en equipo podemos llegar a ser y a hacer cualquier cosa. Para mí ese fue el gran punto de inflexión en mi vida. Siempre solía hacer las cosas por mi cuenta. Pero con el trabajo en equipo podemos hacer de México un lugar mejor”.

El proyecto

El proyecto que Osvel y su equipo de trabajo realizaron en la NASA fue el ganador. Por lo tanto, su proyecto irá al espacio… a la Estación Espacial Internacional.

“Nosotros desarrollamos un proyecto basado en la cinética de los animales que prácticamente es mejorar un tren de aterrizaje lunar haciéndolo más ligero, más resistente y con menos fallas. Como es una sola pieza, no requiere de cambios ni reparaciones constantes. Sobre todo en espacios extremos como es el caso de la luna donde hay altas temperaturas”.

Añadió que “cada uno (del equipo) tenía una división. Estaba el área de desarrollo de los materiales, el diseño del tren de aterrizaje que fue a dónde yo me fui, el área de software, el área de administración y cada grupo comunicaba lo que se iba haciendo y los líderes evaluaban. Estuvimos todos intercomunicados, al final todos teníamos retroalimentación y avanzamos rápido”.

Además de tener la oportunidad de colaborar para la NASA, en su visita pudo conocer las instalaciones, pilotar aeronaves y bucear, así como recibir un entrenamiento aeroespacial.

El futuro

Osvel tiene claro su futuro: continuar abriéndose camino en el desarrollo de software. Busca hacer eventos internacionales en el área aeroespacial e involucrar a las nuevas generaciones.

Él reconoció que el sector aeroespacial en México está desarrollado, pero le falta difusión. Por ese motivo creó las redes sociales de Ad Astra en las que hace divulgación de la ciencia enfocada en esta área, pero también esa finalidad tendrán los eventos que pretende concretar.

Envió un mensaje a los padres de familia: apoyar los sueños de sus hijos hasta donde puedan. Y a los niños: soñar en grande, porque todo es posible.

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