Jenyvalice Vargas es una chica que no rebasa las tres décadas de vida, hoy se encuentra sentada descansando en el lobby de un hotel en un poblado al sur de Jalisco, ella solo observa a su alrededor y ve fijamente a las personas que han atiborrado la estancia, pareciera que el estruendo de las voces y gritos de los niños no interrumpen que ella analice todo lo que observa.
Algunos se acercan y le roban una sonrisa además de una firma y los más atrevidos una foto. Su manera de atender a los que la bordean es amable y siempre con algunas palabras adecuadas para estas circunstancias; ¡Pórtate bien! ¿Qué tal vas en la escuela? ¿Estudias inglés? ¿Cuál es tu deporte favorito? ¡Estudia mucho! Son algunas de las frases que dirige a los niños.
La chica pareciera que espera alguna persona o quizás sea una turista que está a punto de salir a conocer la ciudad donde se ubica. Aunque lejos de serlo, ella forma parte de la mayor empresa de Lucha Libre de México y Latinoamérica. Minutos después ella se ve rodeada de sus colegas que ya han bajado a la sala y causan que la efervescencia sea mayor.
Por unos minutos me atreví a reforzar mentalmente lo poco que conocía de ella, todo con el fin de acercarme y pedir un tiempo para realizarle una entrevista. Por lo que una vez que revise mis apuntes fui hacia donde se encontraba y le dirigí mis intenciones, de forma inmediata accedió y tuvimos que sentarnos en otro espacio en donde no pudieran interrumpir las voces de todos los reunidos.
Comienza con la frase: mi nombre artístico es “Vanila Vargas” soy originaria de Naranjito, Puerto Rico. (risas). De esta manera iniciamos y decidí que el aspecto personal era clave para conocer mejor la historia de la luchadora con mayor proyección de toda la compañía. Ella accede de manera tímida y de a poco va surcando por cada una de las preguntas que le voy haciendo. Entre sonrisas y esa fuerte mirada que me sostiene, auspiciado por el tono verdoso de sus ojos.
La primera parte de la charla se esfumó entre variados temas familiares que han sido claves para su desarrollo como ser humano, ya que la formación académica es primordial para ella. En su natal Puerto Rico pudo acceder desde temprana edad a cursos de pintura y arte en general, puesto que su papá observó la dedicación a dibujar. Esta vorágine la motivo al grado de dedicar 8, 10 o hasta 12 horas a plasmar su estilo bajo la técnica de óleo; paisajes y animales por citar algunos. Además de asistir a cuanta exposición se llevaba a cabo.
Según las respuestas, la sonrisa de Jenyvalice se hace más notoria ya que el recuerdo de esa etapa de su vida es muy grato, aunque también la chica se encarga de encarrilar el diálogo hacía otro aspecto primordial, ya que según el tiempo avanzó entre su pasión por la pintura, llegaría el momento de estudiar una carrera profesional, aquí de manera inmediata cita a su madre ya que fue quien le recomendó tomar un camino universitario, escogiendo la enfermería. Es claro el aspecto que refleja el estudio para ella, debido a que dejaría la pintura para dedicar todo el tiempo a la universidad, aunado a su primera experiencia escolar vendría otra, ya que estudió la licenciatura de entrenador personal. Además de hacer latente un proyecto a mediano plazo que es el de poder acceder a una maestría en Rehabilitación física aquí en México.
Estas andanzas cuenta le han servido para saberse comportar dentro de los ambientes en los que se ha desarrollado. Siempre con la constancia y disciplina para aprender cosas nuevas y brindarle el tiempo necesario.
El momento exacto en que la lucha libre tocaría las puertas de la boricua de igual manera se traslada al aspecto familiar, ya que por la separación de sus padres, ella pasaría momentos junto a su progenitor muy ligados a la lucha libre ya que él es un aficionado de este deporte, por lo que la entonces adolescente jugó a ser luchadora haciendo maniobras con su progenitor y muchas tardes vieron las funciones por la tv comiendo palomitas.
Tiempo paso para que las primeras lecciones en este deporte llegarán, aunque iniciaron bajo la tutela de un histórico personaje; “Tomy Diablo” quien se convirtió en su primer maestro que le ayudaría a forjar la técnica de la lucha. Su desarrollo en esta disciplina fue meteórico ya que en palabras de ella; su condición física era buena, ya que la práctica de halterofilia, crossFit y demás actividades le brindaron un soporte adecuado para avanzar de manera rápida.
El debut en el profesionalismo ocurrió en el 2014 pero ya bajo cielo mexicano, ya que ella y su anterior pareja decidieron probar fortuna en la Ciudad de México, recayendo en el gimnasio de la Arena México, ahí es donde conoce a su segundo maestro “Arcángel de la muerte” quien los recibió de manera casi paternal. Así de esta manera su capacidad técnica aumento de manera exponencial hasta el punto de que en poco tiempo recibiría la noticia que no esperaba llegará tan rápido, ya que todo el día transcurrió de manera rutinaria; llegar al gimnasio y prepararse para empezar la práctica y después de tres horas de entrenamiento culminar, su maestro le comento que ya estaba lista para enfrentar su primer desafío.
Ella de modo tranquilo interrumpe su declaración para expresarme; yo no me sentía lista para debutar, quizás era un poco de inseguridad (risas) de este modo Jenyvalice prosigue con su relato e inmediatamente recuerda al promotor que la puso en su primer cártel así como el escenario en donde ocurrió; el “Último Dragón” y la llamada “catedral” de la lucha libre mexicana, la Arena México.
A estas palabras, el reflejo de su emoción no se puede ocultar y la mirada se vuelve más expresiva. Ya que de inmediato reafirma su devoción religiosa y da gracias a Dios por que llegó a este mundo profesional ya como adulta, esto lo refuerza debido a que para ella, toda aquella persona que desea involucrarse en esta práctica debería iniciar después de las etapas de niño o adolescente. Aquí vuelve a reafirmar su experiencia personal en este ámbito, ya que menciona;
“Es un ambiente exclusivamente de adultos, no todo es color de rosa. Ya que exponer a un niño en este ambiente tan difícil para mí no es viable. Gracias Dios yo cuando inicie ya tenía una mentalidad adulta, ya sabía cómo diferenciar ciertas cosas que a una edad determinada no puedeshacerlo. Entonces evitas muchos tropiezos porque sabes escuchar a las personas que te dan consejos y porque sabes tú mismo tomar decisiones, así nadie se aprovecha de ti”
El tiempo de la entrevista debería de terminar ya que los promotores empezaron a llevarse a los luchadores porque que era el momento de comer. Por lo que ella amablemente cerró con un puñado de frases exactas para un cierre;
“Yo creo que lo que me ayudo a mí, es que soy muy observadora. Yo sentía que lo que me ayudaría en este trabajo era combinar mi estilo de lucha así como la imagen. Para mí fue esencial observar a las personas que asisten a la funciones, en realidad pocos son los compañeros que piensan en eso. Hay que hacerlos vivir el momento, que disfruten de lo que hago, eso sí, yo era muy tímida, soy muy reservada pero aprendí que cuando sales por la cortinilla debo de cambiar y ser otra persona”
Con una sonrisa y un apretón de mano es como Jenyvalice se despide y se dirige hacia donde la esperan sus colegas, salen del hotel y abordan varias camionetas que los llevan al lugar donde comerán. Aún restan unas horas para la función programada para hoy en la noche. De repente todos se van, tanto aficionados y estrellas del pancracio han dejado vacío este espacio.
Yo optó también por retirarme y pensar en cómo crear un texto en el que cuadre toda la declaración que me regaló la mujer que proviene de Puerto Rico y ha llegado a México a conquistar sus sueños tanto personales, escolares y profesionales. Jenyvalice la mujer con cierta timidez que solo se dedica a observar y que ostenta la capacidad intelectual de leer, pintar y perseguir sus metas académicas a diario, y “Vanila” Vargas la profesional de la lucha que se convierte cuando sube al cuadrilátero, ya que función tras función deja claro el potencial que ostenta además de siempre pensar en su público.
